Makro cierra su emblemática sede en Bogotá

Makro, una de las cadenas de supermercados mayoristas más reconocidas en Colombia, ha cerrado inesperadamente su emblemática sede ubicada en el centro comercial Calima, en Bogotá. El anuncio ha sorprendido a clientes y trabajadores, generando incertidumbre sobre el futuro de la cadena en el país.

La noticia fue confirmada por voceros de Makro, quienes explicaron que el cierre responde a una decisión estratégica motivada por diversos factores económicos y comerciales. Según información publicada en Infobae, la compañía señaló que “el proceso de optimización de la red de tiendas” ha llevado a la clausura de este punto de venta en la capital colombiana. Asimismo, la cadena aseguró que el objetivo es continuar fortaleciendo su presencia en otras ciudades del país.

Factores económicos y comerciales detrás del cierre

De acuerdo con Red+ Noticias, Makro ha enfrentado dificultades operativas derivadas de los altos costos de mantenimiento y de las condiciones del mercado en Bogotá. Aunque la empresa no ha especificado detalles financieros, las fuentes consultadas coinciden en que el cierre se enmarca en una estrategia para redirigir recursos hacia zonas con mayor rentabilidad.

El supermercado, ubicado en una zona de alto flujo comercial, era ampliamente conocido por su oferta de productos al por mayor y precios competitivos. No obstante, la creciente competencia en el sector minorista y las condiciones del mercado local parecen haber influido en la decisión de cierre. Según AS Colombia, algunos empleados señalaron que el volumen de ventas no alcanzaba las expectativas proyectadas, lo que también pudo incidir en la determinación final.

Impacto en empleados y consumidores

Los consumidores han manifestado su sorpresa ante el cierre, especialmente aquellos que solían acudir al centro comercial Calima para realizar compras en Makro. La empresa ha asegurado que los trabajadores serán reubicados en otras sedes del país, lo que pretende mitigar el impacto laboral de la clausura.

Aunque la cadena sigue operando en otras ciudades colombianas, el cierre de este punto emblemático en Bogotá ha encendido las alarmas sobre la estabilidad de la marca en el país. Sin embargo, Makro enfatiza que su estrategia se centra en optimizar recursos y mejorar la eficiencia operativa en el contexto actual del mercado.

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