La reciente imposición de aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado un nuevo capítulo en la relación comercial entre México y EE.UU. El 1 de febrero de 2025, Trump firmó un decreto que establece un arancel del 25% sobre las exportaciones mexicanas, lo que ha desatado una serie de reacciones tanto en el ámbito político como en el económico. Este artículo examina las medidas arancelarias, las razones detrás de ellas, las reacciones de los sectores involucrados y el posible impacto económico en ambos países.



Las medidas arancelarias impuestas por Trump afectan aproximadamente al 80% de las exportaciones de México a EE.UU. Este gravamen se aplica a una amplia gama de productos, desde alimentos hasta manufacturas. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno implementará «medidas arancelarias y no arancelarias» en respuesta a esta acción, aunque no especificó cuáles serían estas medidas.
Razones Dadas por la Administración de Trump
La administración de Trump justificó la imposición de aranceles alegando que México no ha hecho lo suficiente para combatir el narcotráfico y la migración irregular. Trump afirmó que existe una «alianza intolerable» entre los carteles de la droga y las autoridades mexicanas, lo que, según él, ha contribuido a la crisis de opioides en EE.UU. Además, el presidente estadounidense argumentó que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad nacional y la salud pública de su país.


Reacciones de Diferentes Sectores
Las reacciones a las nuevas medidas arancelarias son diversas. En EE.UU., algunos sectores empresariales han expresado su preocupación por el impacto que estos aranceles podrían tener en los precios de los productos y en la economía en general. La Cámara de Comercio de EE.UU. advirtió que los aranceles podrían resultar en un aumento de precios para los consumidores estadounidenses, lo que podría afectar la demanda y, en consecuencia, la economía.
Por otro lado, en México, la respuesta es de rechazo categórico. La presidenta Sheinbaum calificó las acusaciones de la Casa Blanca como «calumnias» y defendió la soberanía de su país. Además, enfatizó que México no es responsable de la crisis de opioides en EE.UU. y que el problema radica en el consumo y la distribución de drogas en territorio estadounidense.
Posible Impacto Económico
El impacto económico de estas medidas podría ser significativo para ambos países. En México, se estima que los aranceles podrían costar más de 10,000 millones de dólares a los consumidores estadounidenses, lo que podría traducirse en una disminución de las exportaciones y un aumento del desempleo en sectores clave.


En EE.UU., los analistas advierten que los aranceles podrían elevar los precios de los productos importados, lo que afectaría a los consumidores y podría llevar a una desaceleración económica. Además, la incertidumbre generada por estas medidas podría complicar las negociaciones en torno al Tratado entre México, EE.UU. y Canadá.
Opiniones y Comentarios oficiales
Expertos en comercio internacional han señalado que la imposición de aranceles podría desencadenar una guerra comercial que afectaría a ambos países. Algunos analistas sugieren que, en lugar de resolver problemas, estas medidas podrían agravar las tensiones y dificultar la cooperación en temas críticos como la migración y el narcotráfico.
Además, hay quienes argumentan que la respuesta de México, a través de medidas arancelarias y no arancelarias, podría ser una estrategia efectiva para proteger sus intereses económicos y mantener la soberanía nacional.
Desde la Casa Blanca, se ha reiterado que las medidas son necesarias para abordar la crisis de seguridad y salud pública en EE.UU. Sin embargo, la administración de Trump también ha dejado claro que está dispuesta a aumentar los aranceles si México toma represalias y por su parte el gobierno mexicano ha enfatizado su disposición al diálogo y la colaboración, pero ha dejado claro que el respeto a su soberanía «no es negociable».
Conclusión
Las nuevas medidas arancelarias impuestas por Trump a México han generado un clima de tensión que podría tener repercusiones significativas en la economía de ambos países. Mientras que la administración estadounidense justifica estas acciones como necesarias para la seguridad nacional, México ha respondido con un firme rechazo y la promesa de implementar medidas en defensa de sus intereses. El futuro de esta relación comercial dependerá de la capacidad de ambos gobiernos para encontrar un terreno común y abordar los problemas subyacentes de manera constructiva.