La cadena burgalesa Control-C, especializada en papelería, copistería, librería, fotografía y artículos de regalo, apuesta por la franquicia. Fundada en 2016, la marca trabaja con un modelo «rentable», «versátil» y adaptado a las nuevas demandas del consumidor desde su tienda en Burgos, ubicada en calle San Pedro y San Felices.
Control-C apuesta por locales de unos 75 metros cuadrados, ubicados en zonas residenciales con colegios o universidades cercanas, lo que garantiza un flujo constante de clientes. La enseña integra en un solo espacio cuatro líneas de negocio diferenciadas: papelería, copistería, librería y zona de regalo, cada una con su propio espacio dentro del local. «Esta diversidad, unida a una oferta moderna y práctica, nos ha permitido crecer año tras año superando sus propias cifras de ventas», señalan sus responsables.
Además, la enseña ha seguido tendencias clave del sector como el auge de la literatura juvenil o el fuerte incremento en la demanda de regalos personalizados, incorporando un taller propio en su tienda insignia y desarrollando una línea exclusiva.