Pol Avè, upcycling para dar una segunda oportunidad a la ropa

Upcycling o suprarreciclaje es el resultado de transformar un objeto antiguo en un producto nuevo, con mayor valor añadido. Esta es la técnica empleada por la diseñadora Pol Avè para dar una segunda oportunidad a prendas que por algún motivo llegaron a su fin de vida útil, ya que vuelven a introducir en el mercado desechos textiles en forma de piezas exclusivas y únicas en su especie.

Así, la firma de moda sostenible Pol Avè apuesta por el patchwork, una forma de costura que consiste en coser piezas de tela, en patrones repetitivos construidos con diferentes formas geométricas básicas que se miden y cortan cuidadosamente, hasta construir el diseño textil final.

Según explica la diseñadora, «nuestro ciclo productivo empieza cuando el usuario considera que su prenda ha llegado a su fin de vida útil, salvándolas de lo que vendría a ser su próximo destino: los vertederos, donde terminarían afectando a los ecosistemas y comunidades aledañas».

El ciclo de las prendas Pol Avè

Pol Avé upcycling

En primer lugar, recogen las prendas en desuso. Estas proceden de donaciones de particulares o empresas, compra por lotes de prendas con taras, agujeros, manchas, restos de stock, etc. Una vez que llegan a su estudio en Madrid, hacen la clasificación de las prendas que serán reutilizadas para crear nuevos productos y las prendas seleccionadas pasan por un primer proceso de higienización.

En ese momento, ponen en marcha el proceso de ecodiseño y patronaje. «La inspiración suelo encontrarla en la cotidianidad, en la música, el arte, la historia y la cultura. Pensando en las necesidades de nuestro usuario, realizamos los diseños finales con sus respectivas especificaciones, que luego serán bajadas en un diseño técnico con detalles constructivos para realizar el patronaje», señala la diseñadora.

Con el patrón final, realizan la selección de prendas que se van a suprarreciclar. Los restos más pequeños son reciclados con la ayuda de alianzas estratégicas de reutilización de residuo textil, ya sea para crear nuevos productos o para utilizarse como relleno. De esta forma, se cierra de esta forma el círculo de producción, reutilizando la totalidad de la prenda.

Cuando una pieza de Pol Avè es adquirida, se encargan de seguir en contacto con la persona que le está dando vida, para poder monitorizar su usabilidad y tener constancia del fin de vida útil programado por esta persona. Para continuar con la circularidad, ofrecen diversas opciones de reinserción de la prenda en la cadena de producción mediante un servicio de reparación, el intercambio en la comunidad de Pol Avè, así como la recolección para su reutilización y/o reciclaje.

Actualmente su presencia es mayoritariamente online, página web y redes sociales. «Siempre que se presenta la oportunidad hacemos eventos presenciales, tipo pop up, córners en tiendas y también impartimos talleres de customización, donde hablamos sobre el impacto del mundo de la moda y la importancia del rol del consumidor en materia de sostenibilidad y circularidad», explica Pol Avè.

Apuesta por la moda sostenible

El sector de la moda está avanzando y trabajando en materia de sostenibilidad: «Considero que todas las personas involucradas en este proceso, pensamos que no hay un futuro donde la moda no sea sostenible y circular. Muchas start ups y emprendimientos nacen ya con estas bases y en su estrategia siempre hay un programa que se ocupa de educar a los consumidores. Yo particularmente creo que el cambio debe realizarse desde todas las partes involucradas y también de forma circular», señala la diseñadora.

Pol Avè upcycling

Y añade: «Necesitamos empresas que lo hagan bien, medioambiental y socialmente, necesitamos gobiernos que apliquen legislaciones y políticas que facilite la transición de las empresas y que haga el camino fácil a los proyectos que nacen con estas bases, pero necesitamos también personas que elijan consumir de forma consciente e inteligente, si no hay demanda no hay oferta y viceversa. Necesitamos como ciudadanos demandar productos, leyes y acciones que hagan bien al planeta y a las personas».

El origen de la marca

«En las últimas décadas, nos hemos visto sumergidos en una vorágine de consumo y muchas veces no tenemos tiempo de preguntarnos ¿Qué sucede cuando nos olvidamos del verdadero precio detrás de lo que compramos? Sin embargo, lo preocupante no solo es el exceso, sino que hemos llegado al punto de ni siquiera pensar en lo que estamos comprando…», explica la diseñadora sobre el momento actual de consumo.

Esto fue lo que hizo que la diseñadora pusiera en marcha este proyecto. «Hace casi dos años emprendí, por primera vez, porque entendí que mi camino y desde mi rol como diseñadora debía ser fiel a mis valores y encontrar o forjar el lugar donde me pudiera sentir cómoda, porque vestir nos vamos a seguir vistiendo, entonces qué mejor que tener la posibilidad de proponer una opción fundada bajo la base del triple balance (social, medioambiental y económico) e incentivar así el trabajo y consumo local», afirma.

Hoy en día están construyendo una comunidad donde fomentar el consumo consciente a través de la información y el conocimiento. «Con nuestros valores y filosofía, buscamos promover hábitos de compra y un uso inteligente de las prendas con el fin de contribuir a la reducción de nuestra huella en el planeta», concluye.

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