Desde Galicia al mundo, Beflamboyant ha demostrado que es posible crear calzado vegano y sostenible sin renunciar al diseño ni a la ética. Hablamos con Tatiana González, su fundadora, sobre los retos de mantener la coherencia en un entorno competitivo, la apuesta por el retail físico y el futuro de una marca que nació para dejar huella… pero no en el planeta.
La sostenibilidad y el veganismo son pilares fundamentales de vuestra marca. ¿Cómo trasladáis estos valores a toda la cadena de producción y qué retos supone mantener este compromiso conforme crece la empresa?
Desde el primer día, no queríamos que Beflamboyant fuera simplemente una marca de calzado, sino una declaración de intenciones. Por eso, la sostenibilidad y el veganismo no son una tendencia para nosotros, sino la base de cada decisión: desde los materiales certificados, libres de crueldad animal y de bajo impacto ambiental, hasta la producción ética en talleres locales en Portugal, bajo condiciones laborales justas.
El principal reto ha sido mantener ese compromiso sin renunciar a la viabilidad del proyecto. Crecer sin comprometer valores exige más tiempo, más investigación y mucha más conciencia. Pero también es lo que más valoran nuestros clientes: la coherencia. Y ahí no negociamos.


¿Qué acogida está teniendo vuestro calzado sostenible entre los consumidores en un entorno cada vez más consciente, pero también muy competitivo?
Estamos viendo una respuesta cada vez más positiva. El consumidor ha evolucionado y busca marcas con propósito, autenticidad y transparencia. En nuestro caso, quien compra Beflamboyant no solo busca diseño o comodidad, sino que quiere sentirse parte de un cambio.
Aun así, el entorno sigue siendo muy competitivo, sobre todo frente a grandes marcas que ahora adoptan el discurso sostenible. Nuestro reto es diferenciarnos desde la honestidad y la trazabilidad real, y ese vínculo directo con nuestros clientes es una de nuestras grandes fortalezas.
¿Qué supone para vosotros el salto al retail físico de la mano de Carmila y qué objetivos os habéis marcado con esta nueva etapa omnicanal?
Beflamboyant nació como una marca 100 % digital, lo que nos permitió conectar con una comunidad global desde el principio y crecer con agilidad. Pero dar el salto al retail físico de la mano de Carmila representa una nueva etapa muy ilusionante: es la oportunidad de ofrecer una experiencia más tangible, donde las personas puedan descubrir nuestros productos en persona, sentir los materiales, probarse el calzado y conectar de forma más emocional con la marca.
Además, esta nueva etapa omnicanal no solo refuerza nuestra presencia en el mercado, sino que también nos permite acercarnos más a nuestra tierra, Galicia, de donde somos. Poder compartir lo que hacemos con nuestra comunidad local y generar un impacto positivo en nuestro entorno más cercano es algo que nos emociona especialmente.
Con este paso buscamos reforzar la confianza en la marca, aprender directamente del cliente y validar el potencial de nuevos formatos, siempre sin perder nuestra esencia digital y sostenible.


¿Cómo os ayuda esto a consolidar vuestra posición en el mercado?
La presencia física aporta credibilidad, visibilidad y confianza, especialmente en un sector donde el contacto con el producto es importante. Para una marca nacida digital, tener un espacio donde la gente pueda probar, descubrir y conversar es clave para generar comunidad y fidelización.
Además, nos da la oportunidad de testar productos, conocer mejor a nuestro público y adaptar nuestra estrategia con datos reales. Esta combinación de lo físico y lo digital nos permite ser más sólidos y cercanos al mismo tiempo.
¿Qué planes de futuro tenéis para la marca en términos de expansión, innovación de producto o colaboraciones estratégicas?
Queremos seguir creciendo de forma coherente y sostenible. A corto plazo, estamos explorando nuevas categorías dentro del calzado y materiales aún más innovadores. También estamos trabajando en colaboraciones estratégicas con otras marcas que compartan nuestros valores, para sumar fuerzas y generar impacto conjunto.
En términos de expansión, nos interesa crecer en mercados europeos clave, y seguir fortaleciendo nuestra comunidad internacional. Pero siempre con la misma esencia: paso firme, valores claros y compromiso con cada decisión.