Blue Banana ha obtenido oficialmente la certificación B Corp, uniéndose al círculo de empresas que cumplen con los más altos estándares de impacto social, medioambiental y transparencia.
Por ello, esta semana anunciaba en redes sociales un inesperado rebranding en torno a su icónico logo en forma de equis, que ha sido sustituido temporalmente por una circunferencia blanca. Lo que en un principio se percibió como el inicio de una nueva etapa visual es en realidad una campaña cuidadosamente planificada junto a su agencia creativa BlackFlag. Así, la firma española de ropa outdoor y aventura ha comunicado así el nuevo hito que refuerza su compromiso por un futuro más consciente, inclusivo y regenerativo en el sector de la moda.



“Conseguir la certificación y ser una Empresa B Corp significa cerrar un círculo de coherencia entre lo que decimos, lo que hacemos y lo que somos como marca. No nacimos como una empresa sostenible, pero desde el principio tuvimos claro que queríamos serlo. Hemos ido subiendo cada escalón con esfuerzo, y esta certificación es la validación de todos estos años de trabajo. Nos llena de orgullo, pero también nos refuerza el compromiso de seguir construyendo una alternativa al modelo habitual de producción y consumo en la moda actual”, señala Nacho Rivera, cofundador y co-CEO de Blue Banana.
La certificación B Corp, concedida por la organización B Lab, se otorga a aquellas empresas que superan un riguroso proceso de evaluación y demuestran su compromiso con su gobernanza, trabajadores, comunidad, medioambiente y clientes.
“Blue Banana lleva casi diez años construyendo una marca con propósito. La certificación B Corp, junto con nuestra Memoria de Sostenibilidad, no solo valida el camino recorrido, sino que marca un nuevo nivel de compromiso en el que la ética y la responsabilidad social impulsan nuestro crecimiento. Fortalece también el vínculo con una comunidad que comparte nuestros valores. Esto no es la meta final, sino un impulso para seguir innovando y promoviendo el cambio dentro de la industria de la moda», añade Juan Fernández-Estrada, cofundador y co-CEO de Blue Banana.

Aunque la sostenibilidad no fue el foco principal en el nacimiento de Blue Banana en 2016, siempre estuvo presente en su visión a largo plazo. En 2020, la marca dio un paso decisivo al incorporar algodón orgánico y poliéster reciclado en su producción. Un año después, comenzó a medir las emisiones de carbono asociadas a sus productos y embalajes y a compensarlas a través de proyectos avalados por las Naciones Unidas y el Ministerio para la Transición Ecológica.
En 2024, presentó su primera Memoria de Sostenibilidad y el plan Blue Banana Conscious, donde se comprometió, entre otras medidas, a reducir un 5 % anual las emisiones de CO2 por prenda. Estos hitos, junto a campañas de concienciación y la colaboración con la plataforma BCome, han consolidado a Blue Banana como una marca que une la aventura con el impacto positivo y promueve un modelo de consumo consciente.
“Blue Banana tiene un compromiso con las personas, que son quienes dan sentido a todo este proyecto y hacen que la aventura continúe. Esto incluye a toda nuestra comunidad: proveedores, clientes y cada miembro del equipo. El cuidado —como valor y como estrategia— es fundamental para seguir avanzando. Ser una Empresa B Corp nos impulsa a mejorar de forma continua y nos hace parte de una comunidad global que trabaja por un futuro más justo y sostenible”, señala Coral Adrados, Sustainability manager de Blue Banana.