La IA llega al supermercado: carritos inteligentes que pesan, eligen y compran por ti

La inteligencia artificial sigue abriéndose paso en el sector retail y una de sus aplicaciones más llamativas y prácticas son los carritos de la compra inteligentes

Equipados con sensores, cámaras, balanzas, pantallas táctiles e incluso sistemas de pago integrados, estos dispositivos están llamados a cambiar la forma en que compramos en supermercados y tiendas físicas.

Más allá del impacto tecnológico, su objetivo es claro: mejorar la experiencia del cliente. Hacer que la compra sea más fluida, rápida, personalizada y sin fricciones. Sin colas, sin cajas y con recomendaciones en tiempo real. Todo, desde el propio carrito.

Una nueva forma de comprar gracias a los carritos inteligentes

Los carritos inteligentes permiten escanear y pesar productos directamente al colocarlos en el interior. Muchos de ellos integran sistemas de visión artificial y aprendizaje automático para reconocer los artículos sin necesidad de escanear códigos. Algunos modelos incluso sugieren productos complementarios, ofrecen promociones personalizadas o muestran el total del gasto en tiempo real.

La tecnología ya se está probando en diferentes cadenas. Amazon, por ejemplo, ha implementado sus Dash Carts en varias tiendas Amazon Fresh en EE.UU. Estos carritos permiten a los clientes salir de la tienda sin pasar por caja, cargando automáticamente la compra a su cuenta. También la startup Caper, adquirida por Instacart, ha desarrollado un modelo con IA que se está probando en supermercados de EE.UU. y Canadá. En Europa, Auchan ha realizado pilotos con carritos inteligentes en Francia, mientras que otras enseñas están explorando la integración con apps móviles y pagos biométricos.

Si bien en España la implantación de los carritos de la compra con IA es todavía mínima o prácticamente inexistente en el sector minorista, algunas voces autorizadas como la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) opinan que “una de las soluciones para impulsar la adopción de los carritos inteligentes en España es que los minoristas pueden considerar estrategias como realizar pruebas piloto en algunas de sus tiendas para evaluar la respuesta de lo clientes y medir resultados”.

Además del ahorro de tiempo, estos dispositivos permiten a los retailers recopilar información en tiempo real sobre el comportamiento de compra. Datos como los productos más consultados, rutas dentro de la tienda o el tiempo medio de compra. Esta información puede ser clave para optimizar la disposición del surtido, personalizar ofertas o incluso mejorar la gestión del stock.

Tecnología útil, pero con desafíos

Aunque las ventajas son muchas, estos avances también plantean interrogantes importantes. Sobre todo en lo relativo a la protección de datos y la privacidad del consumidor. Los carritos equipados con cámaras y sensores pueden registrar imágenes, movimientos y hábitos de compra, lo que abre un debate sobre hasta qué punto es adecuado y legal recopilar este tipo de información.

A este respecto, compañías especializadas en legaltech, protección de datos e inteligencia artificial como Atico34 se pronuncian al respecto de este nuevo modelo de asistencia y venta en el sector retail, señalando que “los retailers deben tener claro que el uso de cualquier producto, herramienta o sistema equipado con inteligencia artificial trae consigo obligaciones de cumplimiento normativo, sobre todo teniendo en cuenta la reciente aprobación de la Ley de IA de la Unión Europea, que pronto tendrá su homóloga española”.

Efectivamente, tanto a nivel europeo como nacional ya se están dando pasos para regular el uso responsable de estas tecnologías. La AI Act (Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea), aprobada en 2024, establece diferentes niveles de riesgo para los sistemas de IA y exige controles más estrictos en aquellos que puedan afectar a derechos fundamentales, como la privacidad.

En paralelo, en España, el Anteproyecto de Ley para el desarrollo y la gobernanza de la Inteligencia Artificial busca establecer un marco que garantice un uso ético y transparente de estas tecnologías. La normativa quiere evitar usos abusivos, fomentar la confianza y asegurar que los datos de los consumidores estén protegidos.

Para los retailers, esto implica no solo cumplir con las normativas de protección de datos como el RGPD y la LOPDGDD, sino también ser capaces de explicar con claridad al consumidor cómo funciona la tecnología y qué datos se recopilan. La transparencia será clave para que estos avances tecnológicos no se perciban como invasivos, sino como una mejora real del proceso de compra.

IA en el sector retail: equilibrio entre innovación y confianza

Los carritos de la compra con inteligencia artificial representan una evolución natural en la digitalización del punto de venta. Ofrecen comodidad, eficiencia y una experiencia de compra más personalizada. Pero como toda innovación tecnológica, su éxito dependerá también de cómo se gestionen los riesgos que plantea.

La clave estará en lograr un equilibrio: avanzar hacia una compra más inteligente y autónoma, sin perder de vista los derechos del consumidor. Sólo si la innovación va de la mano de la confianza, los carritos inteligentes lograrán consolidarse como aliados del retail del futuro.

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