Pink’s crece en Madrid con un nuevo restaurante en Rozas de Puerto Real, localidad ubicada en la sierra Oeste de la comunidad. Se trata de un pequeño pueblo de apenas 580 habitantes. Así, la cadena fundada por los hermanos Juan y Andrés Casanova acaba de inaugurar su decimoquinto establecimiento.
«Desde la inauguración del primer establecimiento, de apenas 20 metros cuadrados en el madrileño barrio de Chueca, la marca ha demostrado que una sola burger, hecha con intención, es suficiente. Suficiente para construir una comunidad a través de la consistencia y para crecer sin perder el foco en lo que realmente importa», explican desde la enseña.
Con una fiesta de inauguración a la que estaba invitado todo el pueblo, Pink’s aterrizó el sábado en la localidad con un evento que congregó, entre las 13 y las 23 horas, a más de mil personas: gente del pueblo, curiosos y visitantes de las localidades cercanas.
El nuevo Pink’s de Rozas de Puerto Real no es una apuesta comercial; es una declaración de intenciones y principios: «No venimos a cambiar el pueblo. Venimos a sumar porque creemos en él, y queremos formar parte de su día a día», señala Andrés Casanova, cofundador de Pink’s.
«Fue una apertura llena de buena energía, cercanía y conexión entre el equipo de Pink’s y los habitantes de la comarca –explica Casanova–, porque Pink’s no abren puntos de venta; abre puntos de encuentro cercanos a las comunidades donde opera. Y es una oportunidad para demostrar que un modelo operativo simple, eficiente y bien ejecutado puede generar impacto real más allá de las grandes ciudades».
El nuevo Pink’s de Rozas de Puerto Real también marca un hito operativo: es un local optimizado que busca la máxima eficiencia operativa. Se trata de su local más eficiente hasta ahora, con una sola persona al frente, y una estructura operativa pensada al milímetro para funcionar con precisión y eficiencia.
«Estamos satisfechos de haber sido capaces de abrir un local en un pueblo como Rozas de Puerto Real, pero aún estaremos más orgullosos si una acción como esta inspira a otros a actuar y valorar zonas como esta como grandes oportunidades», apunta Andrés Casanova.
